Un unicornio en París
¿Sabías que en un antiguo edificio de París se encuentra uno de los unicornios más famosos del mundo? ¿Y que hace cientos de años, las grandes dinastías chinas, tenían registros de estos increíbles animales?
¡Yo no tenía idea de esto! He conocido gigantes, hombres lobo, hadas y muchos gnomos, pero unicornios, ¡jamás!
Hasta que visité a mi tío Flabiánert, que es uno de los bibliotecarios del antiguo edificio que te acabo de mencionar. Mientras cenábamos en su buhardilla parisiense, me habló de este animal y me invitó a conocerlo al día siguiente. Entusiasmado y expectante, llegué puntual a nuestro encuentro en el llamado Barrio Latino de París. Me esperaba a la entrada de un imponente patio empedrado, que recorrí con rapidez, evitando las largas filas de turistas. Y como todo buen estudioso de los libros, antes de mostrármelo, comenzó a relatarme su historia.
Hay quienes afirman que los unicornios son solo un mito, es decir, un animal de aquellos en los que se creía en tiempos antiguos, como los cíclopes o las sirenas (¡ya hablaremos de ellos!). Sin embargo, aunque sean una fantasía o producto de nuestra imaginación, siguen dando que hablar. En particular me encanta el unicornio de Bob Shea ¡Gran libro! ¡Ni qué decir cuánto nos hemos reído con Victoria cuando lo leemos y releemos! (así se llama la nieta de Juan, de la que te hablé antes).
Las primeras historias del mundo relatan el quehacer de los dioses o aventuras de héroes y muchos de estos cuentos tienen como protagonistas a seres, animales y monstruos fascinantes, que poblaron la tierra y la dotaron de misterio. Como el Minotauro en Creta, la Pincoya que vaga por los mares de Chiloé o la serpiente Kukulkán entre los mayas.
Y el unicornio, animal de enorme belleza, no es la excepción. Y tal como afirmó mi tío, todos estos seres demuestran cuán profundo es el lazo existente entre lo posible y lo imposible. Para entenderlo mejor, el que creamos en ellos comprueba que realidad y fantasía no están tan lejos la una de la otra como nos hacen pensar.
¿Cómo es un unicornio? En palabras de mi guía, habitualmente se le describe como un caballo blanco con un cuerno único que nace en su frente. Esta imagen nos transporta de inmediato a la Edad Media y a un mundo de castillos, damas, dragones y caballeros, pues fue en esta época donde adquirió gran fama. Sin embargo, según Flabiánert, los primeros antecedentes de este animal fabuloso se encuentran en Oriente, unos dos siglos antes de Cristo, en donde muchas leyendas lo asocian a la felicidad y a la justicia. Quizás por eso sigue siendo tan atractivo ¿Qué crees?
Por ejemplo, en la mitología china se llama Khi-Lin y es macho y hembra a la vez (un dato que me causó mucha curiosidad, pero no quise interrumpir a mi tío para preguntarle por ello, pues estaba realmente inspirado contándome la historia. Pero ¿cómo se es macho y hembra al mismo tiempo? En fin, ya lo averiguaré). Sigamos con el unicornio chino. Los escritores de esa época lo describen como pacífico y muy sabio y, además, se le reverencia como animal de la buena fortuna junto con la tortuga, el fénix y el dragón. Incluso se le relaciona también con el nacimiento de la escritura, ya que la leyenda relata que fue portador de las letras básicas del lenguaje chino, que se llaman trigramas, las cuales llevaba en su lomo cuando emergió de las aguas del Río Amarillo ante el asombro del emperador Fu-Shi. Mi tío dice que el emperador en realidad casi se desmayó de la impresión, pero tuvo que mantener su porte real para que nadie lo notara ¿Y quién no se asustaría si ve salir un unicornio de un río? ¡No es para menos!
En cuanto a Occidente, la primera vez que tenemos noticia de él es a través de Ctesias de Cnido, un médico e historiador griego, que afirmó haberlo visto en uno de sus viajes a la India y lo describió como el animal más bello que había contemplado. De esta manera, poco a poco el unicornio se fue haciendo más y más conocido, tanto que filósofos e historiadores de la Antigüedad hablaron mucho de él y por esta razón acabarán incluyéndolo en grandes enciclopedias a las que llamaron Bestiarios -¡vaya nombre!-, donde trataban de describir y definir a todos los animales y seres que los exploradores descubrían. Como lo desconocido y diferente tiene su atractivo, los Bestiarios también fueron ganando popularidad y al tratarse de una enciclopedia, lo que allí se incluía se consideraba verdadero. Así el unicornio o monoceros como se le llamaba más científicamente, que significaba “bestia con un cuerno en la cabeza”, se transformó en una realidad incuestionable.
El más célebre de estos bestiarios fue el Pyshiologus y allí se entrega una completa idea sobre él. Será descrito como un animal pequeño, parecido a una cabra, por lo cual resulta muy huidizo. Se afirmará también que tiene poderes de sanación, debido a lo cual es capaz de purificar lo que toque con su cuerno. Por ejemplo, si las aguas de algún lago han sido envenenadas por una serpiente, al unicornio le basta entrar al lago y tocar el agua con su cuerno para que esta quede libre del veneno. Aunque puede ser feroz, en especial al tratar de cazarlo, cuando se encuentra frente a una mujer joven, fascinado por su belleza y pureza, se recuesta en su regazo. Lo bello de esto es que el unicornio y la dama creaban lazos. Lo malo es que en ocasiones usaban este método para atraerlo y cazarlo. Como ves, todo puede ser apreciado desde diversas perspectivas.
Es indudable que el unicornio acaba siendo muy popular, pero lo más importante es que este sorprendente animal genera un puente entre lo real y lo imaginario. Muchos lo identifican con el rinoceronte o el narval, idea que surge ante la posesión de un cuerno por parte de esos animales. Pero quizás la necesidad de darle una forma concreta está asociado a una característica fundamental del unicornio: su gran poder curativo. Si bien se sabe que su cuerno es un poderoso antídoto, también se creía que una vez al año retornaba al Paraíso y allí se alimentaba con hierbas que aumentaban su capacidad para sanar cualquier enfermedad. En definitiva, es como un médico, afirmé mientras mi tío contaba la historia, ante lo cual asintió y agregó que era uno muy poderoso, según la gente de la época.
Entonces su fama se extendió tanto que su imagen comenzó a utilizarse en los emblemas de los nobles y los caballeros ¿Por qué? Pues porque se asumía que al ser animales sabios podían luchar por la verdadera justicia, pero además, eran valientes como ninguno cuando era necesario restablecer esa justicia. Entonces, muchos pensaban que esas características podían transferirse de alguna manera al caballero que lo adoptaba como símbolo. Un traspaso de poderes ¡Más que interesante!
¿Y qué sucedió con el unicornio en París?, se preguntarán. Se encuentra en el edificio francés del que te hablé al inicio, ese que recorrí con Flabiánert. El edificio antes era un pequeño palacio y hoy se ha convertido en un museo: el museo de Cluny, dedicado por completo a la Edad Media. Y mi tío trabaja en su biblioteca. Allí se dedica a cuidar y estudiar cientos y cientos de libros que tienen más siglos que toda mi familia junta ¡Es sorprendente! ¡Y allí está el unicornio que fui a conocer! Mejor dicho, su retrato, que fue hecho en el siglo XV.
Para entrar a la habitación en la que se encuentra hay que bajar una escalera y antes de que pusiera un pie en el primer escalón, mi tío guardó silencio un minuto y luego me pidió que siguiera solo. Debe ser un encuentro personal, me dijo. Y aunque me causó cierta extrañeza, obedecí. Bajé con lentitud, pues presentí que este era como lo otros unicornios, es decir, el conocerlo requería de delicadeza y de cierta ceremonia. Último escalón y ¡allí estaba! Un unicornio acompañando a una dama. Blanco, blanco. Seis tapices con distintas escenas que relatan el encuentro entre una joven mujer y el unicornio más noble y bello que he visto. Ella lo acoge y él permanece a su lado. Un jardín los rodea y otros animales los acompañan. Todo es belleza ¡Me emocioné y se me pusieron los pelos de punta mientras recorría la sala!
¡Tienes que verlo, te lo aseguro! Quizás pienses que no es posible, pero la tecnología actual nos ayuda a visitar el museo y si no, aquí te dejo algunas de las fotografías que tomé para que Victoria lo conociera. Míralo con tranquilidad. No te apures ¿Habías visto un unicornio más elegante y noble que este?
Después de todo lo que te he contado, ya entenderás por qué este animal prodigioso sigue fascinando. Las leyendas y relatos sobre sus andanzas se escuchan aún por el mundo y hay quienes continúan creyendo que beber su sangre asegura la inmortalidad. Sea cierto o no, ese unicornio escondido en París me cautivó
¿Realidad o imaginación? Cada quien decide. Por mi parte, creo que le escribiré a mi tío Flabiánert, pues tengo muchas preguntas que hacerle. Apenas me responda, les cuento. Mientras tanto, sigo buscando más unicornios y otras maravillas por el mundo.
A continuación, te dejo el link del museo para que lo visites y conozcas con más detalle el unicornio.
Museo de Cluny: https://www.musee-moyenage.fr/es/